“-¿Dónde vas con mantón de manila?

¿Dónde vas con vestido chiné?

-A lucirme y a ver la verbena, y a meterme en la cama después. ”

 

Quizás es uno de los estribillos más conocidos del folklore madrileño pero nos presenta en solo cuatro versos grandes pinceladas de conceptos tradicionales profundamente arraigados en la memoria colectiva de nuestra ciudad. Cómo olvidarnos de ellos al proyectar para una plaza madrileña, en verano, para ocasiones festivas y especiales en un centro cultural a orillas del manzanares.

 

La reinterpretación de la tradición, entendida cada día más como un preciado tesoro inmersos en la era digital, es entendida y puesta en valor al esencializar el concepto escenográfico de verbena en un techo colorido que genera efecto túnel, creando una improvisada calle de fiesta madrileña en plena plaza del matadero. Para su creación, se recurre a otro concepto histórico; las lavanderas, que durante años modificaron el paisaje de las orillas del manzanares con sus grandes telas y sábanas blancas colgadas de improvisados tendederos. Es una de estas “grandes telas blancas”, que en este caso se metaforiza con una red de camuflaje blanca, la que sirve de elemento generador de sombra y la que permite además, con su implantación en la plaza, modificar temporalmente los flujos de utilización de esta. De esta red caerán coloridas flores, típicas de madrid como son claveles, rosas o verbenas que teñirán la sábana blanca como si de un mantón de manila gigante se tratara.

 

La red quedará suspendida en el aire por medio de cables de acero que se fijarán a los andamios móviles pre-existentes reforzados con contrapesos, que serán además utilizados no solo de estructura sino como elementos generadores de esa “calle verbena” posibilitando situaciones estáticas laterales para los usuarios de la plaza. Esta sábana blanca será decorada con flores creando tres niveles diferentes de opacidad; muy tupida (en las zonas en las que se prevee mayor aglomeración de personas como son las cercanas a los escenarios, y en las que se colocará un globo espejo como elemento captador de “usuarios- selfie” y que ampliará la atmósfera de ensoñación), medio tupida en espacios de tránsito y poco tupida en el resto de la red. Los elementos que componen la propuesta son sencillos y asequibles con diversos proveedores.

 

En definitiva, el proyecto busca resolver la cuestión requerida en el enunciado creando una instalación artística en la plaza de un centro cultural que nos ha enseñado mucho sobre la noción de patrimonio y que cambió la forma de entender la historia del pueblo de Madrid. Reinterpretando la tradición de la verbena y la indumentaria típica de las fiestas madrileñas se busca dar una respuesta ya presente en la sociedad e inherente a la situación y circustancias, creando un espacio festivo y de ensoñación.